Índice de contenidos
Se denomina piel sensible, reactiva o intolerante a aquella que responde de forma exagerada cuando es expuesta a estímulos que no afectarían a otras pieles como, por ejemplo, los cambios de temperatura, el frío, la contaminación, el calor y hasta ciertos ingredientes de los productos cosméticos.
Asimismo, cada vez es más usual encontrar a personas que tienen problemas de piel sensible y dicha sensibilidad puede ser natural, de nacimiento; reactiva, que es cuando la misma reacciona enrojeciendo ante el frío, el sol o el viento; y ocasional, es decir, cuando reacciona en momentos concretos como cambios hormonales, estrés, fatiga e, incluso, mala alimentación.
Además, se caracteriza por ser muy fina, delicada y blanca y posee una apariencia cutánea frágil y una textura no uniforme con tendencia a manchas, eritema, prurito, calor y tirantez, lo que ocasiona que el envejecimiento sea más rápido y aparezcan de forma prematura las arrugas.
Dicha sensibilidad puede afectar cualquier área del cuerpo, aunque generalmente es en la piel del rostro en la que se nota más esa sensibilidad.
Aunque la sensibilidad es más común en las pieles secas, no es exclusiva en ellas y también es muy probable que aparezca en pieles grasas.
Trucos para el cuidado de las pieles sensibles
Si tienes la piel sensible y quieres mimarla, cuidarla y potenciar su belleza, toma nota de los consejos que enumeramos a continuación:
- Mantén una buena hidratación para mejorar el aspecto de la piel y además protegerla de agresiones externas y también del temido acné. Es aconsejable hidratar la piel del rostro por la mañana y por la noche, antes de dormir, y la del cuerpo después de cada ducha.
- Opta por utilizar productos de belleza y cosméticos que se adapten a las pieles sensibles, es decir, que no contengan perfumes, alcohol ni conservantes y que de esa forma respeten el equilibrio natural de la epidermis. Recuerda también protegerla de los rayos solares, ya que son los principales responsables de esta sensibilidad.
- Báñate con agua tibia y reduce el tiempo en la ducha. El agua caliente deshidrata la piel y es por ello que se recomienda utilizar agua templada en el momento de la ducha y fría para lavarte la cara. Tampoco no son muy convenientes los baños prolongados.
- Evita el estrés y la fatiga debido a que la piel sensible actúa ante estas situaciones con brotes y erupciones. Por eso te aconsejamos que evites esto practicando algunos ejercicios de relajación. De igual forma, trata de mantener una rutina de limpieza diaria, un aspecto fundamental en pieles sensibles.
- Recuerda exfoliar tu piel una vez a la semana evitando los exfoliantes químicos (con hidroxiácidos)y físicos (productos con gránulos). Elige siempre los exfoliantes enzimáticos debido a que son menos agresivos e imitan la exfoliación natural de la piel.
De igual manera, las mascarillas calmantes son también muy recomendables puesto que no solo calman sino también hidratan y le devuelven a la piel la sensación de confort que había perdido. Estas pueden ser aplicadas por lo menos una vez a la semana.
Por otro lado, analiza cada uno de los cosméticos que vas a aplicarte, no utilices maquillaje resistente al agua y evita las sustancias irritantes como, por ejemplo, el alcohol isopropílico, el sulfato de sodio, los colorantes y el ácido ascórbico debido a que tienen compuestos que pueden aumentar la resequedad en tu piel.
Algunos cosméticos adecuados para su tratamiento
Si tu piel es sensible será fundamental que sepas cuáles son los mejores productos de belleza para ti. Entre ellos podemos destacar los siguientes:
- Calmantes: están compuestos por propiedades descongestivas, antiinflamatorias y suavizantes gracias a su capacidad para inhibir de histamina. Asimismo, dentro de esta clasificación se pueden incluir: el extracto de regaliz, la manzanilla, el pantenol y las aguas termales.
- Vasoprotectores: son aquellos activos que estimulan la circulación, minimizan la permeabilidad capilar y generan vasoconstricción venosap or astringencia. Dentro de este grupo están el castaño de Indias y la centella asiática.
- Sustancias nutritivas: aportan los lípidos faltantes en las pieles sensibles. Del mismo modo, se mejora de una forma notable la aspereza, sequedad y descamación, puesto que se refuerza la función de barrera de la piel. Aquí se incluyen componentes naturales del estrato córneo, como por ejemplo las ceramidas.
- Sustancias inmunomoduladoras: son capaces de modular y estimular el sistema inmunitario de la piel disminuyendo la producción y liberación de interleucinas y bloqueando los receptores de las células. En este grupo se encuentran los cosméticos monosacáridos y polisacáridos.
De igual forma, al maquillarte trata de evitar en lo posible el contacto directo con el agua para no resecar el cutis en exceso ni alterarlo.
Además, ten en cuenta que la base y los polvos que utilices deben tener una alta tolerancia a la piel sensible. Si es posible, usa limpiadores sin aclarado.
¿De dónde proviene esta sensibilidad y a quiénes afecta?
En primer lugar, la epidermis de las pieles sensibles e intolerantes presenta una alteración en su función de barrera, un fenómeno que beneficia la deshidratación de la piel y, por lo tanto, la penetración de agentes potencialmente irritables. Asimismo, la piel sensible e intolerante se caracteriza por una sobreproducción de radicales libres.
Dicho fenómeno es muy frecuente, ya que un 60 % de las mujeres sufren esta condición en mayor medida que los hombres (40 %).
De igual manera, algunas pieles tienen más predisposición a la sensibilidad que otras debido, sobre todo, a los factores familiares y genéticos.
En consecuencia, se recomienda seguir algunos cuidados cotidianos como, por ejemplo, limitar la exposición al frío, los productos irritantes y cosméticos agresivos. En el caso de los hombres, el proceso de afeitado requerirá de productos apropiados y, además, de tiempo suficiente.
Si te has propuesto lucir un cutis precioso también será interesante que sepas cómo elegir la mejor esencia coreana para la piel.
Deja tu comentario