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Los tratamientos profesionales para combatir la obesidad combinan alimentación, actividad física y ayuda psicológica
La obesidad no es un problema exclusivamente estético. De hecho, se ha convertido en una preocupación tan importante en España que muchos especialistas sugieren que sea tratada como una enfermedad.
La tasa de obesidad ha doblado sus cifras en España durante las últimas dos décadas y más de la mitad de la población está por encima de su peso.
Para hacer frente a esta cruda realidad, no basta con hacer dieta durante un tiempo para después volver a lo mismo y estar continuamente engordando y adelgazando, algo que provoca serios desequilibrios hormonales.
La clave reside en la educación, hacer un curso de dietética o contar con la ayuda de un profesional en la materia que consiga cambiar y mejorar los hábitos alimenticios para siempre.
Principales tratamientos para combatir la obesidad
Los tratamientos para combatir la obesidad contemplan un conjunto de aspectos, pues no solo se centran en la alimentación, sino que también han de ir acompañados de actividad física y, en muchos casos, de ayuda psicológica.
Por su parte, el tema de la cirugía también se considera en casos en los que la obesidad es tan severa que está causando problemas muy graves de salud.
La obesidad se puede tratar modificando algunos hábitos, como por ejemplo:
- Reduciendo la ingesta de calorías. Reducir el número de calorías vacías de la dieta es la clave para perder peso. El azúcar, los refrescos y todos los alimentos procesados deberían de desaparecer de inmediato del carro de la compra.
- Sustituyendo unos alimentos por otros. Hay que eliminar de la mente esa idea preconcebida de que hacer dieta es sinónimo de pasar hambre, en absoluto. Existen muchos alimentos que aportan muy pocas calorías y que, por lo tanto, se pueden consumir en mayor cantidad para ayudar a conseguir esa sensación de saciedad y no pasar hambre. Hablamos de las frutas, las verduras, los cereales, la avena y de todos los alimentos de origen vegetal, que deberían de ser la base fundamental de nuestra alimentación diaria. Otro ejemplo sería el de sustituir el consumo de carnes con mucha grasa por carnes magras, pollo o pescado.
- Haciendo ejercicio. El ejercicio y la actividad física es fundamental. No se trata de convertirnos en deportistas de élite cuando nunca lo hemos sido, pero sí de eliminar el sedentarismo de nuestras vidas. Caminar, montar en bicicleta o nadar son actividades que para muchas personas no son deporte, sino hábitos. Con poco más de dos horas de actividad física a la semana se consigue salir del sedentarismo y comenzar el cambio con buen pie.
- Modificando pequeños hábitos de la vida diaria. Esta actividad física de la que hablamos en el punto anterior se puede llevar a cabo de forma prácticamente inconsciente simplemente cambiando determinados hábitos del día a día. Se trata de tomar pequeñas decisiones que supongan movimiento, como ir andando al trabajo en vez de coger el coche o subir por las escaleras en vez de utilizar el ascensor.
- Buscando asesoramiento profesional y personalizado. No todos los problemas de peso están provocados por los mismos motivos y un profesional puede servir de gran ayuda para poder adentrar en el asunto.
Si quieres bajar de peso puedes combinar estos buenos hábitos con tratamientos profesionales para combatir la obesidad y con el consumo de té oolong para adelgazar de una forma saludable.
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