Índice de contenidos
Tener ganas de estar moreno y de lucir un bonito broceado es algo que muchas personas desean y que no tiene porqué resultar dañino para la salud.
El problema surge cuando aparece la tanorexia y el hecho de estar moreno se convierte en una adicción y en una obsesión que puede llevar a quienes la padecen a hacer verdaderos desastres con su cuerpo y su salud.
¿Qué es la tanorexia?
Es el término que se utiliza para definir a las personas que sufren una adicción al bronceado y que se obsesionan por estar morenas durante todo el año cueste lo que cueste.
Para conseguirlo, los tanoréxicos recurren al uso de rayos UVA, autobronceadores y larguísimos baños de sol.
¿Qué provoca la tanorexia?
Como bien sabrás, las personas que sufren anorexia se ven gordas a pesar de estar extremadamente delgadas.
Pues con la tanorexia pasa algo similar, ya que los individuos que la padecen se ven pálidos aunque su piel haya adquirido un intenso tono moreno. Este hecho les lleva a obsesionarse por broncear su piel y a hacer cualquier cosa para conseguirlo.
¿Cuáles son sus riesgos?
Al obsesionarse por estar morenos, los tanoréxicos toman el sol durante varias horas al día y acuden a centros de estética con frecuencia para recibir la radiación ultravioleta que desprenden las cabinas de rayos UVA.
Al no utilizar ningún tipo de protección solar y de abusar del sol, lo único que consiguen es dañar su salud y reducir la belleza de su piel. Y es que el hecho de tomar el sol en exceso sin la protección adecuada puede traer consigo la aparición de:
- Cáncer de piel.
- Melanomas.
- Envejecimiento prematuro.
- Cambios en el tamaño y la forma de los lunares.
A pesar de experimentar estos y otros síntomas, las personas que padecen tanorexia continúan tomando el sol para aumentar su bronceado y no perder el tono moreno que han ido adquiriendo.
¿Qué sienten las personas tanoréxicas?
Además de verse blancas y pálidas pese a estar morenas, las personas tanoréxicas sienten angustia y ansiedad cuando no consiguen el tono deseado o se saltan una sesión de rayos UVA.
De hecho, cuando un tanoréxicos no toma el sol durante un día puede llegar a experimentar unas sensaciones muy similares a las que trae consigo la abstinencia de las drogas.
Y es que, como afirma un estudio publicado en el año 2006 por investigadores del Centro Médico Bautista de la Universidad Wake Forest, en Estados Unidos, los rayos UVA de los solárium provocan la producción de endorfinas, unas sustancias químicas cerebrales que producen una sensación de euforia y que alivian los dolores.
¿A quién afecta la tanorexia?
Aunque la tanorexia puede aparecer en la vida de cualquier persona, es más propia en las mujeres de entre 17 y 35 años de edad, algo que no es de extrañar si tenemos en cuenta que, desde hace ya varios años, el canon de belleza ideal nos muestra a mujeres delgadas y bronceadas.
No obstante, también son muchos los hombres que sufren las consecuencias de este trastorno psicológico.
Descubre más curiosidades en el post titulado Thigh gap: ¿está de moda la extrema delgadez?
Deja tu comentario