El verano y el calor nos animan a cuidar el rostro y el cuerpo. Sigue estos consejos para estar perfecta durante la estación estival
Hace poco volvieron a poner Grease en la televisión. Es un clásico que nunca falla y que sigue teniendo su público que, obviamente, se sabe los diálogos de memoria.
Una historia de amor (y también de desamor) como la de Danny y Sandy la hemos soñado todas en nuestra adolescencia / infancia, por eso en cuanto los primeros rayos del sol se asoman y mojamos nuestros pies en el agua del mar, preocuparnos por nuestro físico y leer trucos de belleza y cuidados en sitios como FemQuality.com, son todo uno.
Hay que cuidarse todos los meses del año, pero también hay que vivir y, muchas veces, la energía la distribuimos de manera distinta durante las estaciones.
En otoño, por ejemplo, muchas de nosotras mantenemos la respiración e intentamos que no nos afecten esos días cortos y esas noches largas como días sin pan. Nuestra energía está puesta ahí, en ir a trabajar, volver y en vigilar que no se nos caiga demasiado el pelo.
Y eso no es un decir, el pelo cuanto más se cae es en otoño, lo que llaman la época de la berenjena (“en la época de la berenjena, se cae la melena”). Nadie se va a quedar calva porque se le caiga el pelo en otoño, es más, es un proceso normal ya que se tiene que renovar.
En realidad, desde la Academia Española de Dermatología y Venereología afirman que el pelo, de verdad, muere en primavera, solo que tarda un tiempo en caerse.
En cualquier caso, se muera cuando se muera o se caiga cuando se caiga, muchas aprovechamos a hacernos un corte de pelo distinto y atrevido en otoño, así también afrontamos la ausencia del sol con la ilusión de un nuevo peinado. No es ninguna tontería, prueba hacerlo el otoño que viene.
En el momento en el que pasa Semana Santa (y el pelo empieza a morirse) nuestros ojos se abren al mundo que nos rodea otra vez con el cambio de hora. Es el preludio de la operación bikini (o bañador, porque cada vez se lleva más y no podemos dejarlo a un lado).
En ese momento es importante aplicar un poco de disciplina y responsabilidad a nuestra vida y combinar una buena alimentación con algo de actividad física – que vaya más allá de subir las escaleras mecánicas del metro.
Cuidar lo que comemos es fundamental, ya que la dieta es transversal y nos beneficiará en todos los ámbitos de nuestra vida. Infórmate de las propiedades de los superalimentos como el aguacate, las semillas de chía o las nueces e incorpóralos a tu dieta. No cuentes calorías, cuenta alimentos y combínalos para tener una dieta equilibrada, algo que se puede conseguir con sencillos pasos, no es ninguna leyenda urbana.
Una alimentación saludable unida a los rayos del sol y un viaje a la vista, son la mejor receta para llegar radiante al verano, para vivir un amor o dos o tres. O ninguno. O largos paseos por la playa, risas y charlas con los amigos y la pareja. Para sentirte bien física y mentalmente.
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