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Las mascarilla de chocolate se aplica en multitud de centros de estética debido a las múltiples propiedades del cacao.
Una sustancia que hidrata y nutre la piel, previene el envejecimiento prematuro y relaja todo nuestro cuerpo gracias a su agradable aroma.
Por suerte, para disfrutar de las mascarillas caseras de chocolate no es fundamental acudir a un centro de belleza, ya que, haciéndote con unos cuantos ingredientes naturales, podrás elaborarlas en tu propio hogar.
Cómo preparar una mascarilla de chocolate para la piel
Si quieres nutrir la piel del rostro y el cuerpo con una mascarilla de chocolate, deberás combinar los beneficios de este ingrediente con las propiedades de la harina de avena, la nata líquida y la miel.
No obstante, el cacao no solo está indicado para combatir la sequedad cutánea, sino también para retrasar el proceso de envejecimiento debido a su gran riqueza en antioxidantes, que se encargan de neutralizar los radicales libres y de retardar la aparición de arrugas y patas de gallo.
Ingredientes
Media taza de cacao en polvo
2 cucharadas de nata líquida
2 cucharadas de harina de avena
3 cucharadas de miel de flores
Pasos a seguir
- Hazte con un recipiente limpio en el que puedas verter todos los ingredientes necesarios para elaborar esta mascarilla hidratante de cacao.
- Una vez que los hayas depositado todos en el interior de un bol, remuévelos con la ayuda de una cuchara hasta convertirlos en una especie de pasta homogénea.
- Calienta el preparado en el microondas durante unos 30 segundos.
- Recuerda que, antes de aplicar las mascarillas caseras, deberás limpiar muy bien tu rostro utilizando un gel y un tónico acordes a tu tipo de piel.
- Hecho esto, ya podrás extender el producto sobre el cutis evitando cubrir el contorno de los ojos y de los labios, ambos formados por una piel especialmente sensible y delicada.
- Deja que la mascarilla actúe durante unos 15 o 20 minutos mientras te tumbas en el sofá y te relajas aspirando el delicioso aroma del cacao.
- Transcurrido ese tiempo, aclara el compuesto con abundante agua templada y sécate el rostro con una toalla limpia sin frotar.
- Pon en práctica este remedio casero una vez a la semana y, además de hidratar y nutrir tu piel, huirás del envejecimiento prematuro y de las arrugas y líneas de expresión.
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