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El estrés nos puede afectar a todos, y es que a diario lidiamos con factores que lo pueden generar, tales como el trabajo, las facturas por pagar o los temas netamente personales.
Por ello, lo mejor que puedes hacer es aprender a manejarlo, ya que de no hacerlo el estrés puede afectar todo el cuerpo, incluido el cabello, las uñas y sobre todo la piel.
Los prejuicios más comunes que el estrés causa a nuestra apariencia
A continuación, te explicamos por qué el estrés afecta a tu rostro y qué es lo que puedes hacer para prevenir sus dañinos efectos.
Bolsas debajo de los ojos
La lista de tareas pendientes puede pesar por la mente incluso antes de dormir, lo que perjudica nuestras horas de sueño.
Cuando no dormimos lo suficiente nuestros párpados generan un líquido que se acumula debajo del área inferior del párpado y que se conoce como “bolsas”.
Piel seca y escamosa
El estrés no solo puede disminuir nuestro apetito, también puede causar deshidratación debido a que no bebemos suficiente agua o la reemplazamos por café o refrescos, que a largo plazo no ayudan a lucir una piel sin imperfecciones.
Acné
El estrés hace que los problemas de la piel se agraven independientemente de lo que sea propenso, ya sea acné, psoriasis o eczema.
También puede alterar el equilibrio entre las bacterias buenas y malas en el intestino, lo cual puede aparecer en la piel en forma de acné.
Cara sonrojada
Cuando alguien está estresado, suele hacer respiraciones cortas y superficiales e incluso puede encontrarse conteniendo la respiración por períodos de tiempo, lo que puede provocar enrojecimiento.
Líneas finas
Hacer ciertas expresiones faciales de manera constante, como fruncir el ceño cuando estás estresado o fruncir los labios, puede conducir con el tiempo a arrugas más profundas en estas áreas.
Y es que el estrés provoca una respuesta química en el cuerpo que hace que la piel sea más sensible y reactiva, lo cual también puede dificultar la curación de los problemas que genera.
Esto se debe a que hace que el cuerpo produzca hormonas como el cortisol, que le indica a las glándulas de la piel que produzcan más grasa, y se sabe que la piel grasa es más propensa al acné y a otros problemas de la piel.
Al respecto, la portavoz de GUIADESUPLEMENTOS, Alejandra Sánchez, explica que “la piel es el órgano más extenso del cuerpo humano y como tal cumple una función importante, ya que está en permanente relación con los otros órganos, y es a través de ella que se revelan disfunciones y malestares que nos afectan, por lo que a medida que las emociones se desarrollan neurológicamente, se pueden expresar a través de la piel”.
Es por ello que es importante darle la atención necesaria a las señales que nuestra piel nos muestra y tomar medidas al respecto para su cuidado.
Es aquí donde los suplementos alimenticios pueden ser una buena alternativa, no solo para conseguir la piel perfecta, sino también para lograr un bienestar generalizado. A continuación nombramos algunos que pueden ir según tus necesidades.
Suplementos para combatir el estrés en el rostro
Colágeno
Incorporar un suplemento de colágeno en su dieta es una excelente manera de apoyar la producción natural del cuerpo, ya que se puede usar si se requiere un aumento adicional de colágeno debido a la baja ingesta de proteínas o nutrientes, lo cual también puede ser por la falta de apetito generado por el estrés.
Probióticos
Los probióticos a menudo se denominan “bacterias buenas” o “útiles” porque ayudan a mantener sano el intestino y, en cuanto a la piel, son útiles para tratar afecciones, como el acné, eczema o rosácea.
Magnesio
Nuestro cuerpo libera magnesio como defensa contra el estrés, pero a veces necesita más si no obtiene suficiente en su dieta.
La incorporación de un suplemento diario puede darle la cantidad que necesita, así podrá reducir los niveles de cortisol, estabilizar los desequilibrios hormonales y mejorar la función celular en general.
Calcio
El calcio es importante para una salud ósea óptima a lo largo de su vida. Aunque la dieta es la mejor manera de obtener calcio, los suplementos pueden ser una opción si su dieta no es suficiente. El corazón, músculos, nervios y también nuestra piel necesitan calcio para funcionar correctamente.
Vitamina D
Diferentes estudios muestran que una deficiencia de vitamina D puede hacer que la piel sea más propensa a sufrir de acné.
Por ello, es importante su presencia en la dieta. Además, esta vitamina también protege nuestra piel del daño por exposición al sol.
Además de estas alternativas, una rutina de ejercicios también puede reducir el estrés, ya que ayuda a disminuir la tensión, aumentar la circulación y mantener la inflamación bajo control. Otra opción es recurrir a técnicas de relajación.
Finalmente, no podemos dejar de lado en estos casos la ayuda profesional. Consultar a un dermatólogo para tratar los problemas cutáneos recurrentes o a un psicólogo para que mediante la terapia ayude a exteriorizar los motivos del constante estrés, siempre será una alternativa valiosa.
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