Sara SantoyoÍndice de contenidos
Una piel saludable se muestra flexible, hidratada y llena de vitalidad. Sin embargo, hay ocasiones en las que, por diferentes causas, la piel puede verse flácida, con depósitos de grasa o con falta de firmeza.
El envejecimiento, el embarazo, la menopausia, los cambios de peso drásticos y la vida sedentaria son las principales causas de esta pérdida de firmeza de la piel.
Esto ocurre debido al envejecimiento o deterioro de las fibras de colágeno, que son las responsables de la flexibilidad y la firmeza cutánea.
Por suerte, podemos seguir un total de cinco pasos que ayudan a combatir este deterioro, así como a alisar y tonificar la piel y devolverle su salud y aspecto radiante.
Consejos para tonificar el rostro y el cuerpo
Si te preguntas cómo tonificar la piel será fundamental que lleves una dieta sana y variada y que nutras el rostro y el cuerpo todos los días.
Alimentación
La conocida expresión “somos lo que comemos” también se aplica a la salud de la epidermis. Y es que la piel es el reflejo directo de nuestra salud interna.
Muchos desequilibrios y problemas que ocurren a nivel interno se manifiestan en nuestra piel en forma de afecciones cutáneas.Por ello, el primer pilar para la salud y buen aspecto de la piel es la buena alimentación.
Es vital seguir una dieta equilibrada que le proporcione al cuerpo todos los nutrientes necesarios e incluir frutas y verduras ricas en vitaminas, así como alimentos ricos en proteínas que ayuden a tonificar el músculo.
Hidratación
Al igual que es necesario mantener el organismo hidratado para su buen funcionamiento, también es importante mantenerse hidratado para la salud de la piel.
Ten en cuenta que, incluso la más ligera deshidratación, puede influir en su textura y aspecto y dar lugar a una piel sin brillo, áspera y gris.
Para mantener la piel hidratada, tonificada y asegurar el buen funcionamiento de nuestro organismo, el consumo recomendado de agua según la Comisión Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) es de 2 litros diarios para las mujeres y de 2,5 litros en el caso de los hombres.
Ejercicio físico
Una de las formas de tonificar la piel y mejorar su apariencia es a través del deporte. Los ejercicios destinados a trabajar el músculo ayudan a tonificarlo y, en consecuencia, también le da un aspecto más tonificado a la piel.
Los ejercicios de resistencia con diferentes series y repeticiones de levantamientos de peso ayudan a desarrollar la masa muscular, eliminan el exceso de grasa y tensan la piel.
Cuidados cutáneos
La tez debe cuidarse por dentro y por fuera. Por ello, además de mantener un estilo de vida activo y saludable, es importante cuidar la piel desde el exterior.
En la cosmética natural existe una amplia gama de cremas, exfoliantes, aceites y lociones elaborados con ingredientes vegetales, ecológicos y libres de productos nocivos que proporcionan a la piel la hidratación y nutrición necesarias.
Sin embargo, cada tipo de piel tiene necesidades únicas que deben tratarse con productos e ingredientes específicos. Las pieles con falta de firmeza necesitan nutrientes que ayuden a tonificarlas y tensarlas.
Este tipo de piel se caracteriza a menudo por mostrar irregularidades, pequeños nódulos de grasa y un aspecto más flácido. Por ello, debe cuidarse con productos como un aceite anticelulítico natural que ayude a activar la circulación, eliminar las toxinas del cuerpo, disolver la grasa y reafirmar la piel.
A la hora de aplicar los productos es de gran ayuda realizar masajes para activar la circulación de la sangre, favorecer la acción de los cosméticos y eliminar la piel de naranja con una mayor facilidad.
Otros cuidados
Además de los cuidados mencionados con anterioridad, también se debe evitar el consumo de alcohol y tabaco ya que, sobre todo este último, influye en el aspecto y la edad de la piel al favorecer la aparición de manchas y la deshidratación, acentuar las arrugas y conferirle una apariencia grisácea a la tez.
También se debe evitar la exposición solar excesiva y, en especial, en las horas más críticas. Además, es necesario utilizar protección solar y aplicarla de forma constante.
No hay que olvidar que la exposición solar excesiva debilita la elasticidad cutánea, además de favorecer la aparición de manchas e influir en su envejecimiento.
¿Por qué cuidar la piel?
La piel es el órgano más grande del cuerpo y tiene la función esencial de proteger el organismo de los factores externos. Está formada por tres capas que se superponen entre si: epidermis, dermis e hipodermis respectivamente:
- Epidermis: es la capa externa y se encarga de desempeñar funciones relacionadas con la protección de la piel y la pigmentación.
- Dermis: se encuentra debajo de la epidermis y es la que reacciona al dolor, a las terminaciones nerviosas y a la temperatura. Sus principales componentes son el colágeno y la elastina, que se encargan de mantener la elasticidad y la fuerza de la piel.
- Hipodermis: es la capa más interna. Se trata del tejido graso que constituye un depósito importante de energía del cuerpo.
Estas capas actúan en conjunto para ejercer las tres funciones vitales de la piel, como son:
- Protección: como hemos dicho con anterioridad, su función principal es la de proteger el organismo de cualquier amenaza física, química o microbiana que proceda del exterior. Para ello, utiliza diferentes mecanismos celulares e inmunológicos.
- Transmisión de información: al estar en contacto con el exterior, la piel es la que recibe diferentes estímulos térmicos, táctiles y relacionados con el dolor y transmite esta información a través del sistema nervioso.
- Mecanismos corporales: participa en diferentes funciones corporales, como la regulación de la temperatura (mediante la sudoración) o la síntesis de vitamina D.
Teniendo en cuenta la importancia de estas funciones será esencial tomar las medidas necesarias para garantizar la correcta salud y funcionamiento de la piel.
Siguiendo estos cinco pasos es posible mejorar de manera notable la salud y el aspecto de nuestra piel, la barrera protectora necesaria para proteger nuestro organismo.
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