Sara SantoyoÍndice de contenidos
El cambio de estación y las nuevas condiciones climatológicas del invierno traen consigo nuevas necesidades cutáneas y llevan a muchas personas a preguntarse cómo proteger la piel del frío.
Las bajas temperaturas, el viento y la lluvia son algunos de los factores que pueden impactar en la salud y en el estado de la piel, ya que favorecen la pérdida del agua y deshidratan aún más la epidermis.
En invierno, los bruscos cambios de temperaturas del exterior y el interior, las calefacciones y los baños y duchas más calientes también favorecen la deshidratación cutánea, lo que da lugar a una piel irritada, agrietada, enrojecida y con picores.
Para poder mantener el cutis suave y saludable durante el frío invierno, debemos adaptar nuestra rutina de belleza a las nuevas necesidades de la piel empezando por una buena hidratación.
¿La hidratación es para todos?
La sequedad y la deshidratación no son sinónimos. A menudo se confunden estos dos conceptos y se cree que las pieles grasas no necesitan hidratación.
Sin embargo, la piel deshidratada carece de agua a pesar de tener sebo y aceites minerales que la protegen, mientras que la piel seca carece de sebo, pero puede estar más hidratada.
La falta de humedad en el ambiente, el frío y el contraste de temperaturas de los interiores hacen que el agua de la piel se evapore y pierda su nivel de humedad.
Por ello, todo tipo de pieles necesitan una correcta hidratación con ingredientes que atrapen la humedad del ambiente y ayuden a retener el agua de la piel.
Cómo elaborar una crema hidratante casera para cuidar la piel en invierno
Con los ingredientes adecuados y siguiendo unos sencillos pasos, podrás elaborar cosméticos caseros que suponen todo un remedio para la reparación y protección de todo tipo de pieles durante las épocas de frío.
Ingredientes
3 cucharadas de manteca de karité sin refinar
¼ de taza de aceite de coco
2 cucharadas de aceite de almendras
Una o dos cucharaditas de cera de abeja
Una cucharada de jugo de aloe vera puro
10 gotas de aceite esencial de lavanda o geranio
Pasos a seguir
- Vierte el aceite de coco y la manteca de karité en un envase de cristal y añade la cera de abeja.
- Derrite al baño María con fuego bajo pero constante y removiendo de vez en cuando. Para ello, coloca el envase de cristal en una cazuela con suficiente agua para que cubra la mitad del frasco de cristal.
- Una vez derretidos y mezclados todos los ingredientes del envase, apaga el fuego y agrega el aceite de almendras poco a poco sin dejar de remover.
- Deja que la mezcla se enfríe durante unos minutos y, cuando esté parcialmente sólida, añade el jugo de aloe vera removiendo con fuerza.
- Añade 10 gotas de aceite esencial de lavanda o de aceite esencial de geranio para enriquecer la fórmula y darle un agradable aroma.
- Recuerda que puedes utilizar este bálsamo como crema hidratante diaria para reparar el daño del rostro y el cuerpo y proteger la piel del frío.
Para completar los cuidados es importante limpiar y tonificar la piel del rostro correctamente antes de aplicar la crema. Se puede realizar un tónico de albahaca casero, que ayuda a mantener la piel limpia y regula el pH de la piel.
¿Cómo actúan los ingredientes de la fórmula de esta crema casera para proteger la piel del frío?
Manteca de karité: juega un papel esencial en la pérdida de hidratación de la piel al crear una barrera protectora que previene la deshidratación, además de proteger la piel de las agresiones externas. Asimismo, tiene propiedades que ayudan a prevenir el envejecimiento cutáneo y la sequedad.
Aceite de coco: tiene una gran capacidad de penetración en la piel y favorece la penetración del resto de los ingredientes. También es rico en nutrientes esenciales para la salud y bienestar de la piel, ya que contribuye en el refuerzo de la barrera lipídica.
Aceite de almendras: posee una composición suave y delicada adecuada para las pieles más sensibles y frágiles gracias a la ayuda que proporciona a la hora de aliviar y sanar las irritaciones de la piel.
Este aceite es un gran hidratante que ayuda a nutrir la piel, además de favorecer la elasticidad. También se puede utilizar para hidratar los labios secos en invierno y evitar que se agrieten.
Cera de abeja: entre sus muchas cualidades la cera de abeja es antibacteriana y antiinflamatoria, por lo que protege la piel frente a las bacterias e impurezas y alivia la irritación de las pieles más sensibles.
Además, crea una capa protectora que ayuda a atrapar la humedad y a proteger las células cutáneas de los factores externos. Es un ingrediente emoliente que proporciona suavidad a la piel.
Jugo de aloe vera: destaca por sus cualidades regeneradoras y antiinflamatorias, que ayudan a reparar las pieles dañadas, irritadas e inflamadas. No hay que olvidar que también es rico en vitaminas A, B y C, ácidos grasos y minerales que ayudan a mantener una piel saludable, suave e hidratada.
Aceite esencial de lavanda: es uno de los aceites esenciales más populares gracias a su característico aroma y a sus propiedades regeneradoras. Es antiséptico y antiinflamatorio, por lo que también ayuda en el tratamiento de las pieles dañadas. Además, su fragancia hace que la aplicación de esta crema hidratante sea una experiencia agradable para todos los sentidos.
La combinación de estos ingredientes reúne los componentes necesarios para cubrir las necesidades de la piel en invierno y poder lucir un rostro hidratado, suave y protegido.
Hola!!
Tengo piel grasa, nunca pude usar ninguna crema de ninguna clase ni marca porque mi cara comienza a transpirar, es como si la crema no penetra en mi piel y a veces está como deshidratada. Ya voy a cumplir 60 años y las arrugas están quisiera saber si me pueden aconsejar algo natural.
Gracias!!!! Saludos